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La importancia de la perspectiva hispana de la Economía en un contexto de desglobalización

Hace 20 años no habían dudas de que estábamos en un proceso de globalización unipolar encabezado por el mundo anglosajón, que fue construyendo una única cadena de suministros global y una división internacional del trabajo en donde esencialmente Estados Unidos y Europa occidental proveían los servicios de mayor valor agregado, Alemania era el principal productor de bienes de capital, China encabezaba la producción de manufactura liviana, Rusia y el mundo árabe eran los principales proveedores de energía y el resto del mundo suministraba materias primas y servicios de bajo valor agregado.

Este proceso de globalización se mostraba sólido e incluso exitoso, entre 2000 y 2010 en el mundo 660 millones de personas pasaron desde la pobreza a la clase media1 y no se dieron conflictos geopolíticos relevantes entre grandes potencias. Más allá de que algún gobierno o facción tuviera una retórica rebelde, la realidad es que todos de una forma u otra trataban de acomodarse en este órden.

Pero silenciosamente aparecían grietas.

Estados Unidos de la mano del proceso minero de fracturación hidraúlica2 se convirtió en el principal productor de hidrocarburos, la guerra comercial de Trump con China, la pandemia de 2020, la guerra de Ucrania y las guerras en África rompieron el órden de las relaciones geopolíticas y lesionaron la cadena de suministros globales.

No es el objetivo de este artículo hacer un análisis geopolítico, pero estas condiciones están generando un mundo multipolar y el renacimiento de los nacionalismos lo que junto a conflictos militares y comerciales podría ocasionar la fragmentación de la cadena de suministros obligando a considerar cadenas cortas y abastecimiento regional, por ende una menor interconexión e interdependencia entre los países y regiones. 

Esto se denomina desglobalización3.

Lo que hace 20 años parecía indiscutible hoy está lleno de grietas y cuestionado en todos sus frentes.

Esta situación enfrenta a los pueblos y civilizaciones del mundo a cuestionarse muchas cosas en términos económicos. Y es que si bien no es inteligente poner en tela de juicio los aportes de la Economía Positiva si nos obliga a pensar enfoques diferentes al anglosajón dominante para poder adaptar o desarrollar con mayor éxito planes y modelos a nuestra realidad local y regional.

Y en este punto empieza el proceso de introspección que tendrá que hacer cada pueblo y civilización para identificar sus características, sus cosmovisiones y su forma de ver las relaciones sociales y económicas. El acervo propio.

Muchas civilizaciones se van a encontrar con prácticamente nada, salvo con algunas ideas primitivas casi chamánicas sobre la Economía, lo que las obligará a tomar el enfoque anglosajón y tratar de adaptarlo.

Por suerte no es nuestro caso. La Civilización Hispana si tiene un acervo económico propio al cual acudir para encontrar un enfoque autóctono que nos permita utilizar los aportes de Economía Positiva con mayor éxito a nuestra realidad, nuestros valores y nuestra cultura.

Ese enfoque fue creado por los pensadores de la Escuela de Salamanca en el llamado Siglo de Oro español4.

No sólo eso. Los aportes de esta escuela son una de las piedras basales de la disciplina económica y ha sido parte esencial para su desarrollo.

Invisibilizada por siglos e incluso denostada por los propios hispanos, su redescubrimiento puede además de brindarnos ese enfoque más autóctono, hacer cambiar nuestra posición respecto de la Economía.

De repente una disciplina que a ojos llanos puede parecer propia de anglosajones y germánicos se convierte en algo de hispanos, sus bases fueron creadas por personas que hablaban nuestro idioma, el español; con nuestra cultura, la católica, y que incluso se llamaban y apellidaban de formas similares a nosotros.

Tenemos una base económica propia arraigada en nuestras características culturales para enfrentar este escenario de desglobalización, es cuestión de redescubrirlo, visibilizarlo y adaptarlo a la realidad actual.

Siempre fue ECONOMÍA, no Economy ni Ökonomie.

  1. Del informe “Explosión de la clase media emergente” BBVA Research, Madrid, Enero de 2013
    https://www.bbvaresearch.com/wp-content/uploads/mult/130113_EW_Middle_Classes_ES_e_tcm346-372606.pdf
    ↩︎
  2. También denominado con el anglicismo fracking
    ↩︎
  3. Si bien hay indicios que podrían hacernos pensar en un potencial escenario de desglobalización, especialmente en las últimas semanas con las políticas de Trump, el mismo aún no se estaría dando según un estudio de JP Morgan publicado en febrero de 2024 https://privatebank.jpmorgan.com/eur/es/insights/markets-and-investing/is-the-world-economy-deglobalizing 
    ↩︎
  4. Se considera Siglo de Oro Español al periodo que va desde 1492 y 1659
    ↩︎
Publicado enEscuela de Salamanca

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