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La importancia del Libre Albedrío católico en el análisis económico de la Escuela de Salamanca

Mientras España estaba en el proceso de conquista y evangelización de América, motivado por la Reforma Protestante se reunía en Europa el importante Concilio de Trento, en la ciudad homónima de la actual Italia pero que en ese entonces se encontraba dentro del Sacro Imperio Romano Germánico.

Buscaba definir la doctrina católica y disciplinar a sus miembros condenando la Reforma Protestante. Fue el concilio de mayor importancia histórica ya que definió la doctrina de la Iglesia sobre la Sagrada Escritura, la Tradición, los Sacramentos y el celibato, prohibiendo el casamiento de los sacerdotes, la afirmación de la supremacía de la autoridad papal, el decreto de la fundación de los seminarios y la delimitación de los campos de aplicación de los teólogos.

El Concilio de Trento fue lo que terminó de delimitar doctrinaria e intelectualmente al mundo católico y al protestante. No vamos a entrar en mayores detalles puesto que este no es un artículo sobre Teología pero si vamos a detenernos en un punto que se considera fundamental para entender los aportes de la Escuela de Salamanca en la Economía: el Libre Albedrío.

El libre albedrío es la capacidad de los seres humanos de tomar decisiones autónomas, es decir de elegir entre varias alternativas. Esto implica asumir la responsabilidad de las propias acciones.

Los conceptos de libre albedrío y de libertad se relacionan, y aunque con frecuencia se utilizan como sinónimos, existen diferencias entre ellos. La libertad es la capacidad de actuar sin ser obligado a ello y sin obstáculos que lo impidan. El libre albedrío es la capacidad de decidir o elegir y llevar a la práctica la decisión tomada.

El ejercicio del libre albedrío requiere poner en juego ciertas facultades, como la de representar posibilidades y argumentar las ventajas y desventajas de cada posibilidad. Esto hace que el libre albedrío sea una capacidad exclusiva del ser humano.

En el catolicismo, uno de los principales aportes fue realizado por San Agustín, quien diferenció la libertad propiamente dicha del libre albedrío. Este último es la capacidad del ser humano de tomar decisiones, mientras que la libertad es la capacidad de usar correctamente el libre albedrío y elegir el bien. Puesto que el ser humano, como consecuencia del pecado original, no puede por sí solo orientarse hacia el bien, según San Agustín, Dios le otorga su gracia. La gracia divina no suprime el libre albedrío, sino que coopera para que el ser humano alcance la libertad. Si no existiera el libre albedrío, el ser humano no sería responsable ante Dios de sus actos.

La doctrina del Libre Albedrío fue retomada por otros teólogos cristianos de la Edad Media y consagrada oficialmente por la Iglesia Católica en el Concilio de Trento.

El Concilio de Trento1 declaró que el libre albedrío del hombre, movido y excitado por Dios, puede con su consentimiento cooperar con Dios, que invita a su acción; y que de este modo puede disponerse y prepararse para obtener la gracia de la justificación. La voluntad puede resistirse a la gracia si quiere.

En el Catecismo de la Iglesia Católica Romana encontramos la siguiente afirmación:

la libertad es el poder, enraizado en la razón y la voluntad«.​2

Luego dice que

Dios creó al hombre como un ser racional, confiriéndole la dignidad de una persona que puede iniciar y controlar sus propias acciones. Dios quiso que el hombre fuera ‘dejado en manos de su propio consejo’, para que pudiera por sí mismo buscar a su Creador y alcanzar libremente su plena y bendita perfección adhiriéndose a Él3

Concluyendo con el papel que desempeña la gracia:

Por obra de la gracia, el Espíritu Santo nos educa en la libertad espiritual para hacernos colaboradores libres de su obra en la Iglesia y en el mundo.4

Pido disculpas al lector por lo árido de este artículo, y aunque pueda parecer algo fuera de contexto en un trabajo de Economía, considero necesario dejar en claro el punto de que la Iglesia Católica defiende y considera dogmas la Libertad del hombre y el Libre Albedrío, conceptos basales como veremos más adelante en el pensamiento económico de los intelectuales de la Escuela de Salamanca.

Este hecho además marca una clara diferencia con la cosmovisión del mundo Protestante, que en contraposición al catolicismo, rechaza la existencia del libre albedrío o, al menos, niegan que el ser humano pueda usar correctamente su libre albedrío. Martín Lutero y Juan Calvino consideraban que la naturaleza humana ha quedado totalmente corrompida como consecuencia del pecado original.

Se desprende así que la cosmovisión Protestante tiende a diversas formas de Predestinación e incluso a algunas formas de Determinismo extremo5.

Finalizando esta artículo quiero aclarar que hoy la Biología y la Neurociencia cuestionan con dureza el concepto de Libre Albedrío y lo toman más como una ilusión adaptativa que nos transformó como especie para aprender de nuestros errores, condicionar nuestro comportamiento futuro con la responsabilidad y convertirnos en una especie cultural67.

Sin dudas es un tema apasionante y largo, pero no es el objeto de este blog al menos de momento, así que los fines del mismo sólo afirmamos que los Doctores de la Escuela de Salamanca partían desde la base teológica del Libre Albedrío.

  1.  Concilio de Trento Parte VI Capitulos I y V http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080042744/1080042744_09.pdf ↩︎
  2.  Catecismo de la Iglesia Católica, Inciso 1731 ↩︎
  3. Catecismo de la Iglesia Católica, Inciso 1730 ↩︎
  4.  Catecismo de la Iglesia Católica, Inciso 1742 ↩︎
  5.  Para el Determinismo todo evento en el universo físico posee una causa identificable, de modo tal que si se maneja la información suficiente es posible determinar de antemano lo que sucederá en cada situación. Aplicada a la conducta humana, esta idea implica que no hay acciones verdaderamente libres, sino, en todo caso, una comprensión errónea o insuficiente de las causas de las acciones. ↩︎
  6.  “El libre albedrío, una ilusión adaptativa que nos transformó como especie”, The Conversation,  https://theconversation.com/el-libre-albedrio-una-ilusion-adaptativa-que-nos-transformo-como-especie-220261 ↩︎
  7. Hoy muchos intelectuales prefieren hablar de Compatibilismo, también conocido como determinismo blando, que considera que el determinismo y el libre albedrío son compatibles. Si bien los acontecimientos están determinados causalmente, el ser humano puede actuar libremente, en la medida en que lo haga impulsado por los propios deseos, y no por la coacción. Desde esta perspectiva, el libre albedrío es la capacidad de identificarse con los propios deseos.
    ↩︎
Publicado enEscuela de Salamanca

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