Aunque la Escuela de Salamanca fue una escuela de pensamiento teológico y jurÃdico, se ocupó con especial interés de los fenómenos económicos porque plantean problemas morales.
Lo que distingue y les da el valor de ser pioneros en el análisis económico en relación a autores contemporáneos o anteriores es que introdujeron en sus investigaciones una novedad: antes de aplicar las normas morales derivadas de la teorÃa tomista1 del derecho natural a las actividades económicas, estudiaron previa y analÃticamente los cambios que se realizaban en los mercados, estableciendo relaciones causales entre diversos fenómenos económicos. En sÃntesis: la base de lo que hace un economista moderno.
Asà lo dice claramente Pedro de Oñate2 en De contractibus tomi tres:Â
Acerca de los cambios, nuestro principal interés en el tema es dilucidar su justicia o injusticia. Pero, para poder llegar a contestar esta pregunta, es preciso estudiar la naturaleza de los cambios y sus efectos.
La introducción de la razón cientÃfica en el pensamiento económico no llevó a los pensadores de la Escuela de Salamanca a prescindir de la razón moral, como hará el pensamiento económico posterior, sino que la integró al estudio racional y analÃtico.
El pensamiento económico de la Escuela de Salamanca fue influido por dos teorÃas elaboradas en la Antigüedad3:Â
- La TeorÃa ética aristotélica de la justicia conmutativa, que exige que lo que se da y lo que se recibe sean equivalentes.
- La TeorÃa jurÃdica romana de la voluntariedad de los contratos, que exige que ninguna de las partes imponga algo a la otra en contra su voluntad.
En próximas artÃculos explicaremos las diferentes aportaciones económicas de la Escuela de Salamanca y como sus pensadores fueron capaces de identificar variables económicas y sus relaciones y causalidades.
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