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Juan de Mariana

Juan de Mariana (1536-1624) fue un jesuita, historiador y teólogo español cuya influencia se extendió mucho más allá de los claustros y las aulas, marcando un hito en el pensamiento político y económico del Siglo de Oro español. Recordado tanto por su monumental historia de España como por sus audaces teorías sobre la soberanía popular y el tiranicidio, Mariana se erigió como una voz crítica contra el absolutismo monárquico y la manipulación económica, lo que le acarreó no pocos conflictos con el poder establecido.

Primeros Años y Formación Jesuita

Nacido en Talavera de la Reina, Toledo, en 1536, Juan de Mariana mostró desde joven una inteligencia excepcional. A los 17 años ingresó en la recién fundada Compañía de Jesús, orden en la que desarrollaría toda su carrera intelectual y religiosa. Su formación fue cosmopolita; estudió en la prestigiosa Universidad de Alcalá de Henares y posteriormente enseñó teología en Roma, Sicilia y, finalmente, en la Sorbona de París, donde obtuvo el grado de doctor. Durante su estancia en París, fue testigo directo de la Matanza de San Bartolomé en 1572, un evento que sin duda moldeó su visión sobre los peligros de la tiranía y el fanatismo religioso.

Las Obras que Marcaron una Época

En 1574, aquejado de problemas de salud, regresó a España y se estableció en la casa profesa de los jesuitas en Toledo. Fue en este retiro donde redactó sus obras más influyentes.

Historiae de rebus Hispaniae (Historia de las cosas de España), publicada por primera vez en latín en 1592 y luego en español como Historia general de España, fue su obra magna. Este trabajo, que abarca desde los orígenes de la península hasta el reinado de Fernando el Católico, se convirtió en la historia de referencia de España durante siglos, destacando por su rigor y su calidad literaria.

Sin embargo, fueron sus escritos políticos y económicos los que generaron mayor controversia. En De rege et regis institutione (Del rey y de la institución real), de 1599, dedicada a Felipe III, Mariana exploró la naturaleza del poder político. Argumentó que la soberanía reside en el pueblo, quien la delega en un monarca. Según Mariana, este pacto no es incondicional. Si el rey se convierte en un tirano, ignorando las leyes y perjudicando a sus súbditos, el pueblo tiene el derecho legítimo a deponerlo e incluso, como último recurso, a cometer tiranicidio. Esta defensa de la resistencia a la opresión fue recibida con escándalo en las cortes europeas, y el libro fue quemado públicamente en París.

Otra obra de gran calado fue De monetae mutatione (De la alteración de la moneda), publicada dentro de sus Tractatus septem (Siete tratados) en 1609. En este texto, Mariana condenó la práctica de los monarcas de devaluar la moneda, reduciendo su contenido de metal precioso para financiar sus gastos. Calificó esta práctica como un robo a los ciudadanos y un impuesto encubierto que no contaba con el consentimiento del pueblo. Por estas ideas, consideradas un ataque a la autoridad real, Mariana, ya anciano, fue encarcelado durante casi un año.

Pensamiento Político y Económico: Un Precursor de Ideas Liberales

El pensamiento de Juan de Mariana se adelantó a su tiempo en varios aspectos. Sus ideas sobre la soberanía popular y el poder limitado del monarca son vistas por muchos como un precedente del pensamiento liberal y de las teorías del contrato social que desarrollarían autores como John Locke y Jean-Jacques Rousseau.

En el ámbito económico, su defensa de una moneda estable y su crítica a la inflación provocada por el Estado lo sitúan como un precursor de la Economía. Mariana entendía que la manipulación monetaria distorsionaba el mercado y perjudicaba directamente el bienestar de los ciudadanos.

Legado y Controversias

Juan de Mariana fue una figura compleja y poliédrica: un hombre de profunda fe y lealtad a la Iglesia, pero también un intelectual valiente que no dudó en cuestionar el poder terrenal cuando lo consideraba injusto. Su vida y obra estuvieron marcadas por la tensión entre la obediencia y la conciencia crítica.

A pesar de las controversias y la persecución que sufrió, su legado perduró. Fue admirado por intelectuales de la talla de Francisco de Quevedo y Lope de Vega, y sus escritos continuaron siendo leídos y debatidos en los siglos posteriores, influyendo en el desarrollo del pensamiento liberal y en las discusiones sobre los límites del poder del Estado. Juan de Mariana falleció en Toledo en 1624, dejando tras de sí un cuerpo de trabajo que sigue siendo estudiado por su audacia y su profunda defensa de la justicia y la libertad del pueblo.

Publicado enBiografías

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